viernes, 16 de enero de 2015

Como mejoramos nuestra digestión.....

Por mucho que nos empeñemos cada Navidad, en comer menos o en comer más sano, lo cierto es que todos los años acabamos saciados en las comidas familiares. A pesar de las recomendaciones de los médicos, casi siempre terminamos haciendo pesadas digestiones o en el peor de los casos, acabamos con ardor y dolor de estómago.
Según explica a EL MUNDO la doctora Irene Bretón, del grupo de nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), la ingesta de una comida muy copiosa puede por sí misma producir sensación de ‘digestión pesada’, dolor en el abdomen o distensión. Estos síntomas son más acusados si se trata de comidas más ricas en grasa o se asocia un consumo importante de alcohol.
Teniendo en cuenta estos datos, ¿cuál es el secreto para tener una buena digestión? ¿Qué y cómo debemos comer para no tener problemas? Aquí van ocho recomendaciones que pueden ser muy útiles para esta Nochevieja.
Moderar las cantidades
Lo primero, aunque suene tópico y manido, es comer menos, comer con moderación, comer en pequeñas porciones. Si hay tres piezas de carne, mejor comer sólo dos, o incluso una. “Es importante comer con moderación, se puede comer lo mismo pero en cantidades más pequeñas”, comenta el profesor Ángel Gil, presidente de la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT). En una buena comida es importante que haya siempre algo de fruta. Por ejemplo, según recomienda este experto, una buena cena moderada y rica podría ser: unos entremeses, una sopa o ensalada de fruta y una pieza de carne o pescado. Pero nunca en cantidad. “Hay que insistir en que la mejor prevención es comer de forma moderada”, indica este experto.
Reducir las grasas y el alcohol
Las grasas producen un retraso del vaciamiento del estómago. Por lo que, una ingesta excesiva de dulces, salsas, carnes o pescados muy grasos y embutidos puede producir dolor abdominal, náuseas o incluso vómitos. Por su parte, el consumo excesivo de bebidas alcohólicas, explica la doctora Bretón, puede alterar los movimientos del esófago y la presión del cardias, lo que favorece el reflujo e incluso una esofagitis. El alcohol también puede dañar la barrera gástrica, producir una gastritis aguda, además de retrasar el vaciamiento del estómago. De este modo, insiste esta experta, la ingesta de grandes cantidades de alcohol puede tener consecuencias más graves. Es importante destacar que las personas que tienen ya alguna alteración digestiva, como una hernia de hiato o piedras en la vesícula o las que toman ciertos medicamentos, como anti-inflamatorios, son más sensibles a los efectos negativos de una comida excesivamente copiosa o muy rica en grasa. También, “las personas que sufren de colelitiasis, o de piedras en la vesícula pueden tener estos síntomas digestivos, como dolor abdominal, náuseas o vómitos”, señala.
Postres de fruta o helados de agua
Al igual que en la comida, también es aconsejable que los postres lleven fruta. “Una buena pieza de fruta o incluso un helado de agua, nunca de leche, son buenos aliados para favorecer la digestión”, señala el profesor Gil. Hay que tener cuidado con los zumos de naranja naturales si se toman a modo de postre pues no a todo el mundo le sientan igual. Puede favorecer la digestión en algunos casos pero en otros no. Según recomienda este especialista, es mejor que la pieza de fruta esté entera, como por ejemplo un mango con naranja o una macedonia.
Infusiones tras la comida
Se recomienda tomar una infusión tipo manzanilla, un té, una tila o un menta poleo.
Sin licores
Los licores no ayudan al proceso digestivo. “Al igual que el vino, los licores constituyen un atributo hedónico a los comidas”, subraya Gil. No pasa nada por tomar un ‘chupito’ de licor, pero no favorece la digestión, sino que se trata más bien de una costumbre, de un atributo culinario que da “color” a las comidas.
Evitar el sedentarismo
Después de una comida copiosa, expone Bretón, hay que evitar el sedentarismo, como estar demasiado tiempo sentados y sobre todo, tumbados. Se recomienda caminar, dar un sencillo y pequeño paseo que puede ser muy útil para mejorar los síntomas. También es importante, beber suficiente cantidad de agua.
Agua y fibra en las siguientes comidas
Es importante si ha hecho un exceso, compensar en las comidas siguientes con alimentos ricos en agua y fibra fundamentalmente. “Es necesario compensar en las comidas siguientes. Deben ser ligeras, con alimentos ricos en agua y fibra, como las frutas y verduras”, mantiene Bretón.
Horarios regulados de comidas
Según recomendaciones de la SEEN, es importante mantener una regularidad horaria en las comidas y no cambiar en exceso durante estas fechas los hábitos alimenticios.
Acostarse al menos una hora después
En general, las cenas copiosas se toleran peor que las comidas. Por ello, y según recomienda la doctora Bretón, hay que evitar acostarse hasta que haya pasado por lo menos una hora. Estar recomendación es especialmente importante en las personas con hernia de hiato.
 
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